En 2018 decidimos hacer la ruta del Danubio en bicicleta. El recorrido en principio iba a comenzar en Viena , llegar a Budapest, continuar todo Hungría, pasar por Serbia, tal vez Bosnia, Croacia y vuelta a Viena. Aunque llevabamos varios años ya haciendo rutas cicloturistas en España era prácticamente nuestro primer viaje internacional solos en bicicleta y disponíamos de apenas tres semanas. Al llegar a Budapest, yo empecé a tener mis dudas.
Por la mañana temprano partimos de Bar, localidad situada en la costa Montenegrina, donde habíamos pasado un par de noches. Nada más alejarnos de la costa tuvimos una subida larga pero muy asumible. Íbamos sin apenas tráfico y la temperatura era ideal. Nos sorprendió que el paisaje cambió de forma abrupta y de pronto las iglesias fueron sustituidas por mezquitas. Pasábamos por los últimos pueblos de Montenegro y nos dimos cuenta de que la religión islámica era la que imperaba en la zona.
Teníamos muchas ganas de viajar por Montenegro en bicicleta, y, tras visitar Dubrovnik, dormimos a pocos kilómetros de la frontera. Despertar en el monte tan cerca de Montenegro, habiendo pasado la noche escuchando a una manada de chacales merodeando cerca, fue un subidón, casi tanto como el que nos esperaba justo antes de cruzar la frontera La entrada al país es espectacular, la bahía de Kotor es un entorno natural impresionante.
Decidimos que como no teníamos ninguna prisa, siempre que fuera posible avanzaríamos de isla en isla, aunque fuera menos directo, en las islas podíamos encontrar mejor tiempo y carreteras más secundarias.
Y eso hicimos, los días eran buenos, y pudimos volver a la manga corta algunos de ellos, pero las noches ya eran frías y aprovechando la bajísima temporada en las islas empezamos a dormir en apartamentos, así que en cierto modo el viaje se volvió más cómodo.
Eslovenia era bastante desconocida para nosotros. Hace algunos años estuvimos en Ljubljana, unos días…alquilamos unas bicis públicas para recorrer la ciudad… ese había sido todo el contacto que habíamos tenido con Eslovenia y la bici. Con todo esto, cruzar la frontera supuso un subidón de adrenalina, había que estar atentos para aprender cómo iban a funcionar las cosas las próximas semanas. Lo del subidón fue literal porque fue cruzar la frontera, y encontrarnos con la primera gran cuesta desde que atravesamos los Pirineos, vale, ya sabíamos cómo iban a ir las cosas en Eslovenia 😊.
Tras la pausa del viaje iniciado en 2020, obligada por la pandemia, y una vez ya vacunados y sin más inconvenientes partimos de nuevo desde Valencia el 3 de agosto de 2021. La intención es viajar sin un rumbo determinado y sin planes muy concretos. En estos mapas...