Tailandia en bicicleta
Tailandia en bicicleta 2023
Elena

Este es el relato de nuestros dos meses y medio recorriendo Tailandia en bicicleta. Para nosotros un país difícilmente superable para recorrer en bici.

Tailandia en bicicleta

Después de casi un año y medio de viaje por Europa en bicicleta, y ante la inestabilidad política y social de buena parte de Asia central, decidimos que nuestro siguiente destino, después de Turquía, sería Tailandia.

Tanto Chema pero especialmente yo, somos muy prudentes en cuanto a situaciones que puedan comprometernos o hacernos pasar malos ratos, así que una vez descartados países como Irán, Pakistán, Armenia o Tayikistán decidimos tomar un avión rumbo a Tailandia y comenzar así una ruta por Tailandia en bicicleta.

Hace unos diez años ya visitamos este país en uno de esos viajes de verano en los que nuestro tiempo se limitaba a las tres semanas de vacaciones anuales. Visitamos Phuket, Bangkok, Ayutthaya, Kanchanaburi y poco más y obviamente nos había encantado.

Pero sabemos que cuando viajas en bicicleta, los países muestran otra cara que en viajes cortos se nos escapan, así que teníamos ganas de descubrir una Tailandia diferente.

En los viajes en bici no solemos preparar prácticamente nada porque hemos aprendido que es mejor para nosotros adaptarnos a las circunstancias, y a nuestras ganas, así que sin ningún plan ni pretensión aterrizamos en Bangkok.

Para nosotros es importante tomarle el pulso al país los primeros días, así que decidimos quedarnos unos días en la capital para ir adaptándonos.

Ya conocíamos Bangkok así que estos primeros días nos dedicamos a pasear por los sitios que más nos habían gustado la vez anterior, muy tranquilos, experimentando un poco más con las comidas, observando mejor el tráfico, la forma de moverse, etc. sin la necesidad de volver a ver los «highlights» de la ciudad.

Nos alojamos en Chinatown y sin saberlo coincidió con las celebraciones del año nuevo chino, así que el barrio estaba todavía más animado de lo normal, era una fiesta continua.

Hace algunas años ya visitamos una parte de China y nos dejó enamorados, la gente, la comida, el ambiente, así que rememorar un poco todo aquello fue un buen comienzo de viaje. Además nos encantó celebrar dos veces seguidas la nochevieja.

Pueden parecer cosas no muy importantes pero nos gusta observar antes de coger la bici cómo es la forma de conducir, cómo se incorporan a las vias, cómo o cuándo se ceden el paso y cosas similares, y para recorrer Tailandia en bicicleta puede ser importante.

El tráfico es intenso en Bangkok así que nos preocupaba la salida de una ciudad de 15 millones de habitantes. Estuvimos pensando salir en tren, pero nos daba mucha pereza y teníamos ganas de bici, así que después de 10 días en la ciudad decidimos empezar nuestra ruta rumbo al Sur.

Celebrando el «año nuevo» chino

Salida de Bangkok

El día anterior habíamos investigado andando un poquito la ruta que íbamos a hacer por Tailandia en bicicleta, en lo que creíamos que sería la parte más complicada, la salida de Bangkok, así que por la mañana sabíamos bastante bien por donde circular.

Fuimos avanzando kilómetros en los que íbamos constatando que aunque el tráfico era alto, también era bastante pacífico. Teníamos suficiente espacio en los arcenes como para circular con seguridad, los coches nos adelantaban con bastante distancia y la velocidad era ciertamente baja.

Después de unos veinte kilómetros decidimos parar ya a descansar, simplemente por no forzar el primer día ,pero la ruta había sido increíblemente tranquila, para nuestra sorpresa.

Ese día dormimos en un hotel de carretera en las afueras de Bangkok. Nuestras primeras impresiones fueron que por lo que parecía, el tráfico no iba a ser un gran problema en el país, y además, que alojamientos, comidas y demás iban a resultarnos bastante baratos.

Samut Songkhram

Al día siguiente nos dimos cuenta de que nuestra ruta pasaba por Ratchaburi, donde se encuentra el famoso mercado que es atravesado por un tren varias veces al día, y que obliga a los vendedores a recoger sus puestos para que pueda pasar.

Aunque es bastante turístico nosotros no habíamos ido, pero nos causaba bastante curiosidad, así que sin dudarlo decidimos terminar la ruta de allí ese día y tener la oportunidad de ver el espectáculo.

Una vez allí nos quedamos impresionados, al menos desde donde lo vimos nosotros, el tren nos pasaba casi literalmente rozando, no podíamos movernos por miedo a que el tren nos diera, hay muchos turistas, sí, pero están allí por algo y es que el espectáculo lo merece.

La ruta la hicimos por la carretera principal, una autopista de dos o tres carriles con un arcén tan enorme, que era como carril y medio de coche. Fuimos muy tranquilos, y a diferencia de lo que nos pasaba en los Balcanes o Turquía, no circulamos con miedo.

Phetchaburi

Hasta este día no habiamos tenido paisajes muy bonitos, era la salidad de las ciudades y la autopista así que, aunque muy cómodos y llanos , no había demasiado que ver. Pero este día iba a cambiar eso. Después de diez kilómetros de autopista salimos por primera vez por una secundaria.

Se trataba de la Royal Coast Road que nos recibió con uno de nuestros primeros carriles bicis de nuestro recorrido por Tailandia en bicicleta. Aunque el carril era más estrecho que el arcén de la autopista, el tráfico no era nada intenso y los pocos coches que nos encontrábamos nos adelantaban dejando una gran distancia, aún cuando no era muy necesario.

Cambiamos los paisajes de cemento y asfalto por el de las palmeras y vegetación tropical. Circulamos entre casitas rurales, ríos, manglares, vimos monos, el sonido abrumador de algunas aves… todo lo que te esperas al viajar por Tailandia en bicicleta lo teníamos allí.

Y llegamos a Phetchaburi, uno de los lugares que más nos ha gustado de Tailandia hasta la fecha. Se trata de una de las ciudades más antiguas de Tailandia. No es una ciudad muy visitada por occidentales, así que por primera vez nos dimos cuenta de que nada estaba en inglés y que la gente apenas sabía hablarlo.

Los carteles de los puestecitos de comida callejera, o de cualquier otro lugar o establecimiento solo estaban en Tailandés, y nos parece genial, así que teníamos que apañarnos con el traductor de google la mayoría de las veces.

Nos quedamos un día más para visitar unas cuevas cercanas, muy parecidas a las Batu Caves en Malasia, pero infinitamente menos turísticas y más tranquilas.

Tailandia en bicicleta
Tailandia en bicicleta

Cha-am

Continuamos ruta por la Royal Coast Road que nos acercó al mar. Fue increíble disfrutar de kilómetros y kilómetros de carril bici segregado de la carretera. ¡Qué rutas más tranquilas y bonitas! y cómo se disfruta la bicicleta cuando no tienes que ir pendiente del tráfico.

Comenzamos a darnos cuenta de lo idílico que era recorrer Tailandia en bicicleta ¿Cómo no lo habíamos hecho antes? La gente amable, sonriente…

Llegamos a Cha-am, lo que nosotros identificamos como una pedanía de Hua-Hin, una ciudad grande muy cercana, Nos encanta decir que alguna ciudad es una «pedanía» de una más grande aunque no tengamos ni idea, como era este caso.

Cha-am era un pequeño nucleo urbano al pie de una bonita playa. Había muchos jubilados occidentales, algunos resorts y un ambiente un poquito turbio en algunos de sus bares, pero todo bien. Los alojamientos muy baratos, nos costó unos 11 € mosquitos incluídos, tantos que nos obligaron a sacar la tienda de campaña en la habitación, pero todo bien también 🙂

Hua Hin

A poquita distancia estaba Hua Hin localidad mucho más grande y turística. En general no nos parecen mal las localidades turísticas a veces son más fáciles, tienes más servicios, hoteles y demás.

Si vienes solo unas semanas de vacaciones a Tailandia es normal elegir estas ciudades donde tienes más fácil contratar excursiones, comer en restaurantes por poco dinero, más variedad de comida, o mojitos en la playa… pero nuestro viaje en principio es más a largo plazo y este tipo de ciudades al final nos complican el presupuesto, y en general nos están pareciendo menos interesantes.

Nos acostumbramos a horarios y escenarios más locales y nos desubicamos un poco más al no encontrar lo que ha empezado a formar parte de nuestro día a día, puestos de comida callejera, pequeños hoteles para tailandeses. Así que después de un par de días en Hua Hin, continuamos hacia el Sur nuestra ruta por Tailandia en bicicleta.

Ban Nong Khao Niao

Paramos aquí porque vimos que había unos cuantos alojamientos disponibles y si queríamos ir hasta el siguiente pueblo iban a ser demasiados kilómetros para una sola etapa, porque había que atravesar un parque nacional, así que paramos en esta playa que bautizamos como Dolphin bay, porque en teoría en los meses de invierno puedes ver delfines, no vimos.

Era muy bonita, y tranquila así que nos quedamos un par de días. Solo había resorts y las opciones de comida eran algo más caras de lo que estábamos acostumbrados, pero nuestra prioridad es ir tranquilos, disfrutando y sin forzar demasiado en las rutas en bici.

El camino de nuevo había sido muy espectacular. Kilométricas playas sin apenas coches, lugareños que saludan con una sonrisa…empezamos a temer que pedalear por Tailandia en bicicleta fuera tan idílico que cualquier otro país que atravesáramos no superara el listón.

Prachuap

Prachuap era una localidad un poquito más grande y pensábamos quedarnos también un par de días. Pero nos gustó tanto que nos quedamos casi una semana. Prachuap era una mezcla de ciudad muy local, muy tailandesa, y parada de grandes viajeros.

Nada más llegar allí y mientras nos sentamos en un banco para ver que opciones teníamos de alojamiento nos encontramos con un viajero francés de unos 80 años que llevaba toda la vida viajando por el mundo. Estuvimos hablando un buen rato y nos contó que pasaba los inviernos en esa localidad.

Al poco hablamos con otro cicloturista que llevaba 35 años viajando en bici. Había estado multitud de veces en Tailandia recorriéndola de arriba a abajo y Prachuap también era la localidad donde decidía parar varias semanas. Esta ciudad debía ser lo más parecido a aquellas ciudades que albergaron los primeros mochileros que llegaban a Tailandia. El Kao Shan Road de los años 70 y 80.

A la salida de la ciudad se encuentran algunas de las playas más bonitas que hemos visto en Tailandia, dentro de un gran complejo militar pero con acceso para la población civil.

Por las noches se monta un animado mercado nocturno donde puedes disfrutar de comida local super barata, además de otro mercado de comida en el paseo de la playa.

La vista desde Prachuap

Khlong wan

Comenzamos la ruta y cuando apenas llevábamos diez kilómetros decidimos parar en una localidad cercana a Prachuap. El día había amanecido algo ventoso y yo no tenía muchas ganas de ruta, así que pasamos por un pueblo y decidimos parar allí.

El paisaje de este pueblo es espectacular, una playa coronada por grandes montañas con paredes verticales. Las vistas desde nuestro hotel de 11 euros eran impresionantes.

Puesta de sol en Klong Wan

Ban Huai Yang

Como vamos despacito decidimos parar en Ban Huai Yang. Alrededor de las 12 o las 13 del mediodía empieza a hacer más calor y no nos gusta seguir pedaleando, así que intentamos parar ya en algún sitio y terminar la jornada ciclista.

No terminamos de pillarle el punto a esta localidad. El sitio estaba llena de resorts, vimos bastantes extranjeros que alquilaban motos pero no había ninguna zona de concentración del turismo. Era un paisaje muy tropical, casi como una islita, con restaurantes desperdigados.

Normalmente bares y restaurantes de zonas turísticas están agrupados, pero aquí no encontramos nada así, parecía que había algo de turismo, pero en general no se veía.

A la hora de cenar decidimos ir a la zona donde había algunas opciones de comida que estaba como a un kilómetro, pero como había que pasar un puente por encima de unas vías y demás, decidimos hacerlo en bici.

No vimos nada claro porque eran restaurantes algo más caros de lo que estábamos acostumbrados y después de dar bastantes vueltas y hacerse de noche decidimos ir a comprar un sándwich de un 7 eleven y comerlo en nuestro alojamiento.

Desde que llegamos a Tailandia habíamos notado la gran cantidad de perros callejeros que había por todos lados. A mi me dan un poco de miedo si nos ladran o se ponen agresivos pero ninguno de los perros que habíamos encontrado había mostrado el más mínimo interés por nosotros, nos daban pena incluso porque a veces veíamos que tenían miedo.

Pero desde que salimos de Prachuap había notado que el comportamiento de los perros había empezado a cambiar ladrándonos en alguna ocasión. Ya se sabe que las bicis no les suelen gustar nada a los perros.

Esa noche en la calle de detrás del alojamiento cuando llegábamos ya con la bici, nos salieron al paso varios perros callejeros ladrándonos de forma bastante agresiva y acercándose bastante.

Me asusté más porque apenas les podía ver bien y no sabía cuántos eran o de dónde venían. Bajamos de la bici y nos fuimos alejando pero con un gran susto en el cuerpo y prometiéndome a mí misma no volver a coger la bici de noche.

Ban Huia Yang

Después del episodio anterior con los perros, yo no iba muy cómoda. Habíamos empezado a ir por zonas más rurales, llenas de perros que en manada o pequeños grupos nos atosigaban al pasar por los caminos.

En unos 20 kilómetros pudieron acosarnos más de 20 perros. En una ocasión un grupo de unos 10 perros a ambos lados del camino nos ladraron de forma muy agresiva y eso era más de lo que mis miedos y mi poca valentía me permitían afrontar.

Así que decidimos dar por terminada la ruta aquel día, tomar aire y recapitular. Paramos en un hotel de carretera. Yo con miedo no soy capaz de hacer nada, así que necesito recuperar, relajarme y desde la tranquilidad intentar afrontar lo que venga.

Ese día no fue muy guay, y me daba mucha pena pensar que un tema como ese pudiera estropear el viaje por Tailandia en bicicleta..

Bang Saphan

Ir por la carretera principal nos permitió tener una ruta tranquila, libre de perros y aunque iba con miedo, avanzamos muchos kilómetros y me permitió sentirme un poco más confiada.

Bang Saphan no es más que un cruce de caminos grandecito, con una playita bonita cerca, con algunos resorts. Una localidad con algunas opciones de comida donde paramos dos días y aprovechamos para trabajar y descansar.

Prachuap Khiri Khan

Aunque iba a llover ese día y los siguientes, quisimos avanzar un poquito a primera hora de la mañana mientras aún estaba despejado. No había cerca demasiadas opciones así que decidimos parar en una zona de playa con dos o tres resorts que habían vivido épocas mejores, sin duda, pero para nosotros se trataba de alojamiento barato y limpio.

Eran resorts de turismo tailandés, con todo en tailandés, pero es fácil entenderse con buena voluntad con todo el mundo. En esta época del año, estaban bastante solitarios.

Todo el paisaje que estábamos viendo en la ruta era espectacular, playas, palmeras, todo muy tropical, a veces corres el riesgo de acostumbrarte y de que no te sorprenda lo que ves así que de vez en cuando intentamos recordárnoslo.

Después de un día más de intensas lluvias partimos al día siguiente rumbo a nuestro siguiente destino: Ban Boet.

Ban Boet

Llegamos a esta joya escondida por casualidad. La ruta fue muy buena. Sitios muy rurales con muchos perros pero muy tranquilos, lo que alimentó mi confianza y esperanza al constatar que la situación había cambiado para mi.

Llegamos a la línea de costa y allí, en un ambiente bastante hippy, playero y de turismo surfero tailandés pasamos un muy bonito día. Era un pequeño pueblo con una playa coronada por un gran risco que le daba espectacularidad al paisaje. La verdad nos encantó.

Pathio

La ruta fue simplemente espectacular. Algo de subida pero muy moderada, paisajes impresionantes por la costa, templos, pueblos alucinantes, gente que en zonas rurales es todavía mas amable y sonriente que lo que ya son en el resto del país.

Carreteras muy tranquilas, coches muy respetuosos, la ruta tuvo todo lo que podrías pedirle a una ruta en bicicleta. Llegamos a Pathio enamorados de nuestro recorrido por Tailandia en bicicleta y la constatación de que no podíamos haber elegido mejor país para pedalear.

Chumphon

Chumphon era nuestra primera pequeña meta en nuestro recorrido. Así que llegar hasta aquí tuvo algo de especial. Paramos unos días para aprovechar y ampliar nuestro visado y decidir un camino a seguir.

De Chumphon nos gustó bastante el mercadillo nocturno, que aunque no es agradable para pasear porque no está cortado al tráfico hay una variedad enorme de comida y los pequeños puestos están llenos de gente local cenando y comprando comida para llevar.

Alargamos aquí la estancia algunos días porque nos gustó la ciudad y queríamos disfrutar de ella.

Chumphon es punto de partida para visitar las islas de Koh Tao y Koh Samui, aunque sabemos que son espectaculares, son más turísticas y nuestro presupuesto es limitado, así que a veces tenemos que priorizar somos conscientes de que no podemos hacer todo así que dejamos las islas para otra ocasión.

Sawi

Tras una etapa corta y cómoda de 40 kms. llegamos a Sawi, una pequeña localidad donde no había mucho para hacer o ver, pero donde comimos una de nuestras mejores noodle soup como le llaman ellos y dónde los lugareños nos miraban con sorpresa, con una sonrisa y muy tímidos.

Nos alojamos en una pequeña guesthouse y nos entendimos con las mujeres por señas lo que provocó unos enormes ataques de risa pero constatamos una vez más, que no hace falta hablar el mismo idioma para entenderse.

Lang Suan

Empezaba a hacer calor y no queríamos pedalear más allá de las 12 o la 1 de la tarde, como no nos poníamos en marcha temprano pues hacer 35, 40 kms. para nosotros estaba bien. Ese día llegamos a Lang Suan. En estas etapas estábamos visitando tal vez los pueblos menos turísticos de nuestro viaje en bicicleta por Tailandia.

Localidades donde no es normal encontrar occidentales así que nos convertíamos pronto en en el centro de atención de todo el pueblo. Como los dos somos más bien vergonzosos pues es todo un reto no morirse de la vergüenza cuando llegas a un sitio donde la gente está reunida y todos se giran para mirarte, pero es verdad que al final uno se acostumbra.

Esta localidad es bastante bonita, un poquito más grande que la anterior, un buen mercado nocturno y una ruta hasta allí muy tranquila, así que disfrutamos estos días entre Chumphon y Surat Thani

Lamae

Menos de 30 kms. y llegamos a Lamae. Una localidad donde vimos los primeros mochileros después de varios días. Allí llegaba el tren y vimos a varios hacer allí una escala en su viaje, no sabemos muy bien por qué.

Las rutas de Tailandia en bicicleta son muy fáciles, carreteras con mucho arcén, paisajes tropicales… nos encontrábamos a veces con algunas obras en la carretera, pero es que el mantenimiento es una pasada, el asfalto siempre está en muy buen estado.

Aquí nos alojamos en el único hostel de la ciudad, que daba bastante asquito la verdad, pero bueno, para una noche, se aguanta.

Chaiya

Chaiya nos gustó bastante. Habíamos visto que en los pueblos por dónde estábamos pasando había bastantes casas muy antiguas, construidas totalmente en madera. Pero en esta localidad había muchas más.

Tienen una pequeña zona peatonal con restaurantes y bares y agradecemos ver un poco de ambiente después de tantos días por pueblos más pequeños. Nosotros como siempre nos fuimos a un puesto local, mucho más barato, pero nos gustó pasear por allí.

Surat Thani

55 kms. Para llegar a Surat Thani. La ruta llana y tranquila como todas las que habíamos tenido hasta ahora. Nos cruzamos con los primeros cicloturistas en mucho tiempo, una pareja coreana que venían de Malasia y con los que nos saludamos con efusividad y alegría, aunque no nos conociéramos de nada.

Es increíble cómo surge espontáneamente esta camaradería cuando te cruzas con otros cicloturistas. Tras un intercambio de planes, charlas y consejos nos despedimos con la promesa de visitarles en Seúl si pasábamos por allí.

Surat Thani es una ciudad bastante grande, donde tienes de todo. hay un animado mercado nocturno que si bien no es muy grande está muy concurrido y allí se mezclan locales y turistas a partes iguales. Salen ferris a las islas más cercanas así que suele ser punto de descanso para muchos turistas.

No es que sea una ciudad especialmente bonita para visitar, pero a nosotros nos gustan las ciudades, así que aquí paramos varios días.

Klong ya

Este día nos despedimos de la costa Este para dirigirnos a la costa Oeste. Paramos pronto, a unos 40 kms. de Surat Thani, en un pequeño cruce de caminos con una gasolinera, un par de puestos de comidas y poco más. La decisión de parar ahí fue una decisión estratégica.

El camino hasta la otra Costa no está muy poblado así que paramos para no quedarnos a mitad de algún sitio más despoblado ni darnos una paliza grande hasta la siguiente localidad.

En todo nuestro viaje por Tailandia en bicicleta hemos encontrado multitud de pueblos por toda la costa, así que no era un problema, pero el interior está un poco más despoblado, así que para nosotros que hacemos pocos kilómetros cada día y que no tenemos prisa, es más conveniente parar antes que sufrirlo después.

Bang Sawan

A 56 kilómetros encontramos Bang Sawan. La ruta es muy tranquila, algunas subidas y bajadas pero en una carretera muy bien asfaltada y con un arcén muy ancho.

Bang Sawan tiene unas piscinas naturales muy chulas que hace las delicias de los lugareños, estuvimos por allí una tarde y la verdad es que disfrutamos nuestro paso por esta localidad.

Bang Thung

Nada más salir de Bang Sawan nos dimos cuenta de que esa zona estaba mucho más aislada. El paisaje empezó a cambiar y de pronto adivinamos los grandes riscos y montañas típicas de la zona de Phuket que habíamos visitado ya hacía 10 años.

Avanzamos en la ruta y pronto nos sorprendió ver mezquitas. De pronto la gente que nos cruzábamos era musulmana, mujeres y niñas con velo… fue como aterrizar en una nueva Tailandia que no conocíamos.

Esa noche paramos en una localidad muy cercana a Krabi, nuestro objetivo para descansar unos días. Era una localidad muy musulmana por donde empezamos a ver turistas en moto dirección a las playas de Krabi.

Krabi

Krabi es una gran ciudad, turística en muchas zonas pero también con mucho comercio y vida local. En principio nos íbamos a quedar unos días solo y continuar nuestro viaje por alguna isla, o tal vez avanzar un poco más por el continente, no lo teníamos muy claro, y una vez más confirmamos que planificar no nos sirve de mucho a nosotros, y generalmente aunque con riesgos preferimos ir improvisando.

Al llegar a Krabi Chema se lesionó. llevaba algunos días con molestias en la espalda y fue llegar a Krabi y empezar a encontrarse peor. El dolor pronto le irradió al culo y la pierna. Después de unos días en los que los síntomas empeoraban tuvimos que ir al hospital con Chema prácticamente sin poder dar dos pasos seguidos.

El médico confirmó el diagnóstico que esperábamos, síndrome del piramidal y tuvo que ir a algunas sesiones de fisioterapia. No podía dormir más de dos horas por la noche, se despertaba con dolores fuertes que no paraban hasta después de un rato, así que nuestros, a priori, tres o cuatro días en Krabi se convirtieron en unas dos semanas.

No teníamos mucha prisa pero se nos acababa el visado de Tailandia. Chema necesitaba bastante más descanso así que decidimos coger un autobús a Satun, el puerto desde podíamos coger ya un ferry a Langkawi, isla de Malasia.

El viaje en autobús fue un infierno para Chema que cada poco tenía que ponerse de pie, pero llegamos a Satun, dormimos allí esa noche y a la mañana siguiente tomamos el ferry que nos llevó a Malasia y donde Chema terminaría su recuperación.

Si tienes cualquier duda, o comentario, ¡escribe! Nos hará mucha ilusión e intentaremos responderte lo antes posible.

4 Comentarios

  1. Estupendo relato Elena. Da gusto leeros, es como viajar con vosotros dentro de las múltiples alforjas de vuestras bicis

    Responder
    • Muchas gracias Charo! La verdad es que los comentarios animan a seguir escribiendo esta especie de diario 🙂

      Responder
  2. Estoy deseando leer el recorrido por Vietnam, país que no conozco, pero con la estupenda descripción que hacéis de cada sitio, será como leer un libro de aventuras

    Responder
  3. Hola tienes Instagram viajo x 3 meses voy sola y quiero hacer esa ruta , agradezco en lo q pueda consultarte. Saludos

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *