Sudeste asiático: Tailandia y Camboya
Elena

27 de agosto

Tras abandonar la caótica Kuala Lumpur nos dirigimos al paradisiaco Phuket, nuestra puerta de entrada a la exótica Tailandia. De nuevo unas islas en nuestro viaje y tres días por delante en los que esperábamos, sobre todo, ver paisajes de ensueño, esquivando de la forma que pudiéramos las hordas de turistas que esperábamos encontrar. Llegamos a las islas a última hora de la mañana para comprobar que nuestro hotel era sin duda el mejor que íbamos a encontrar en todo el viaje, camas amplias, buen espacio en la habitación…desde luego no estamos acostumbrados a esos lujos 🙂

Estábamos alojados en Patong, un animado pueblo, que en temporada alta suponemos está plagado de turistas. Nuestra mayor preocupación en este punto del viaje era el tiempo, estábamos en el punto que más podía verse afectado por el monzón y como lo que esperábamos era hacer algunas excursiones por la zona, un día lluvioso podía dar al traste con todo.  Ese día nos dedicamos a ver un poco el pueblo, comprar algo de comida y bebida (hasta teníamos nevera en la habitación!) ver la fauna de turistas que nos encontrábamos por allí y ver cómo casi todo está enfocado al turismo casi siempre un poco rancio, alcohol, masajes, tuc tucs, prostitución…

 

28 de agosto

Ya en España tuvimos claro que una de las cosas que no podíamos dejar de hacer en Phuket era recorrer Phang Nga Bay en Kayak. Es la famosa bahía de la película de James Bond y un sitio espectacular, prácticamente la única razón por la que queríamos estar en Phuket. Queríamos evitar las hordas de turistas de los barcos  así que estuvimos mucho tiempo comparando las distintas agencias y descartando las que no lo hacían en Kayak. Por fin a primera hora de la mañana pasaron a buscarnos, lo que pasó el resto del día fue sencillamente espectacular.

Nos vinieron a recoger al hotel y en seguida comprobamos que compartíamos barco con otros nueve españoles, nadie más, éramos 12 españoles y la tripulación. Vimos muchos barcos llenos a tope, con muchísima gente en su interior y supimos que habíamos elegido bien. En todo momento intentaron evitar que nos juntáramos con otros barcos cuando llegábamos a  alguna zona y eso hizo que prácticamente todo el día estuviéramos solos. Nosotros tres éramos los únicos que habíamos contratado el kayak sin guía que lo llevara, osea nosotros manejábamos nuestro propio kayak, (al resto les llevaban) así que nos fuimos con el guía local, los tres solos a recorrer uno de los paisajes más impresionantes que hayamos visto nunca.

Obviamente las fotos, hechas con una cámara compacta y sumergible, no le hacen  justicia al lugar, y es imposible que reflejen la calma y lo alucinante del paisaje y la experiencia

Los momentos más intensos fueron aquellos en los que teníamos que tumbarnos literalmente en el kayak, para pasar por galerias que daban al interior de estas moles de rocas, son los denominados «hongs» eran galerias tan estrechas  que apenas podíamos palear y teníamos que dirigir el kayak con las manos impulsándonos en el techo de las cuevas. Sentir ese poco espacio entre tu cuerpo y la roca puede ser claustrofóbico, pero casi siempre, el interior merecía la pena , rodeados totalmente por paredes verticales…árboles sacados de películas de ciencia ficción, todo ello en mitad del mar bueno, simplemente impresionante.

Por estas pequeñas entradas que se ven al pie de la siguiente foto era por dónde pasábamos con el kayak

En uno de estos «hongs» había monos. que se acercaron rápidamente a que les diéramos comida…

En otro «hong» con la marea baja se formaba una playita, donde pudimos bajar del kayak, curioso espectáculo en mitad del mar…

Tras comer en el barco, ya con el grupo de españoles, tuvimos un rato para nadar cerca de una pequeña playa que se formaba entre las rocas. El guía nos dijo que podíamos nadar hasta una cueva que estaba cerca y que podíamos ir solos que no tenía peligro. Nos fuimos casi todos para allá y vinieron algunos de los chicos tailandeses del barco. Llegamos a la cueva bastante amplia y nos dijeron que podíamos avanzar un poco más hasta una de las zonas interiores y que había salida al otro lado o eso entendimos, que no hablaban muy bien inglés tampoco. El caso es que íbamos 9 para el interior más o menos con 2 ó 3 de los tailandeses. La cueva se empezó a  hacer un poco complicada con algunos agujeros grandes y profundos en el suelo, con el mar en el fondo…nos pareció que si te caías por ahí no lo contabas… pronto tuvimos que gatear por el suelo para pasar  a otras galerías y un par de chicas en ese punto ya se dieron la vuelta, yo no lo pensé demasiado así que seguí. Después de acceder a otra zona de la cueva por un agujero en el que había que ponerse literalmente a gatas noté como el aire estaba muy viciado dentro de la cueva. Me empecé a poner nerviosa y sólo me acordaba de Frank de la jungla cuando en algún capítulo ha dicho, «si notais que os falta el aire o que os mareáis salid cagando leches» jaja bueno, me dijeron que justo en un pasillo de al lado estaba la salida, me asomé pero no había salida, daba a un hong pero como hacía bastante calor no es que el aire estuviera mucho más fresco. Uno de los chicos no paraba de toser y de decir que algo le pasaba al aire, así que habiendo visto ya el interior volvimos por dónde habíamos venido 🙂 por si acaso…,  aventurillas en el sudeste asiático

Llegamos a Patong cansados pero muy satisfechos, no podíamos haber imaginado un día mejor que el que tuvimos en Phan Nga Bay

Esa noche salimos a dar una vuelta por Patong y por una de sus calles más animadas

La calle es bastante curiosa, la típica tailandesa donde un montón de chicas intentan que entres en sus locales sobre todo si eres chico y vas solo,… o en grupo en realidad da igual. En esta calle te ofrecen hacerte fotos con Lemures y otros animales exóticos (los pobrecitos) te ofrecen que entres a ping pong shows, las chicas bastante ligeras de ropa bailan en las barras de los bares y demás…es bastante curioso y bastante triste. Al menos los tailandeses están haciendo un esfuerzo por erradicar la prostitución infantil a simple vista no se ve nada raro, pero supongo que existir, existe.

29 de agosto

Excursión para hacer snorkeling en Racha nui . Nosotros queríamos hacer una excursión al escenario de la famosa película de Leonardo di Caprio, la playa, pero era tal el nivel de quejas de los que habían ido con la sobreexplotación de turistas, barcos turísticos y demás que como no encontramos una buena opción para hacerlo decidimos dejarlo para futuros viajes 🙂 y contratamos una excursión para hacer snorkel en Racha nui. El lugar está bastante lejos, a unas dos horas y media en barco.

El primer sitio donde buceamos tenía el color azul más intenso que yo haya visto nunca en el mar. Eso fue en realidad lo que más me gustó, el nivel para hacer snorkel no estuvo mal, pero veníamos de hacer snorkel en Malasia con tortugas y demás y este nos pareció más flojo

A nuestra cámara submarina le entró agua pff así que no pudimos hacer apenas fotos bajo el agua…

La puesta de sol desde el barco fue bastante chula…y un bonito broche a nuestros días en Phuket.

30 de agosto

Volamos a Bangkok. Nada más llegar allí ya nos dimos cuenta del caos, del tráfico de la cantidad de gente y de lo grande que es la ciudad. Ese día no hicimos mucho, llegamos a nuestro hotel en Khao San Road, la calle mochilera por excelencia y descansamos, estaba lloviendo y llevábamos bastantes días ya de viaje , así que tomamos algo por ahí , cenamos y nos fuimos a dormir, sólo íbamos a estar una noche de momento, al día siguiente nos esperaba Camboya

31 de agosto

Pusimos rumbo a Camboya. Desde la estación de autobuses cogimos un bus local que nos llevaría hasta la frontera. En el bus a excepción de un par de chicas y nosotros tres estaba lleno de tailandeses y camboyanos así que fue toda una experiencia. Iba parando en los pueblos y de vez en cuando subía gente vendiendo comida. Según íbamos llegando a la frontera pasamos por un par de puestos de control de la policia tailandesa, que subía al bus pidiendo documentación, normalmente a los camboyanos, vimos cómo hacían bajar a un chico en el último control, seguramente no tenía sus papeles en regla…

Habíamos oído historias para no dormir de la frontera camboyana pero hicimos los trámites más o menos rápido, eso sí, pagando «la mordida» a los funcionarios camboyanos que deben sacarse una buena pasta aprovechándose de su puesto.

Al llegar a la frontera un hombre se ofreció a llevarnos hasta siem reap (casi dos horas de camino) por algo menos que lo que costaba un taxi, obviamente era un taxista ilegal, por allí estaba la policía que le pidió dinero a nuestro taxista ilegal para dejarle ir con nosotros…así funcionan las cosas en Camboya.

Llegamos a Siem Reap por la tarde, aún sin haber comido, fuimos a ver nuestro alojamiento para dejar las mochilas y básicamente era una casa de una familia, que había acondicionado algunos cuartos como alojamientos, pero era su casa, estaban alli los niños, con los juguetes, lo que algunos llaman «local experience» y que fue un poco la broma de esos días… Al día siguiente íbamos a visitar los templos de Angkor en bicicleta ,que nos parecía la forma que más libertad y autonomía íbamos a tener así que esa tarde fuimos a alquilar las bicis, queríamos ver el amanecer en los templos, y había que madrugar muchísimo, así que alquilamos las bicis, dimos una vuelta por la ciudad (con un auténtico caos de bbicis, motos y coches) y nos fuimos a dormir, en unas horas, visitariamos Angkor.

1 de septiembre

Nos levantamos por la mañana muy temprano y sin hacer ruido para no despertar al tio de la familia que dormía abajo en el sofá cogimos nuestras bicis y pusimos rumbo a Angkor Wat, el templo más famoso de Angkor. Era de noche y nos separaban 5 kms. hasta nuestro destino. Las luces brillaban por su ausencia, nunca mejor dicho, suerte que llevábamos las de nuestras bicis, nos perdimos un poco para sacar las entradas a los templos así que tuvimos que acelerar en el último tramo para poder ver el amanecer. Fue un poco decepción porque éramos muchos los que estábamos allí apiñados para hacer una foto perfecta del sol levantándose sobre el templo más famoso, así que el tema perdía su encanto…hablo de esto…

El sol tampoco tenía la mejor posición sobre el templo en esta época del año pero la verdad es que el sitio es espectacular, dejo una foto de Chema…

Angkor es enorme más de 200 km2  de templos espectaculares, mejor pongo alguna foto de lo que fue el día recorriendo Angkort en bicicleta, sabiendo que me dejo muchas muy chulas sin publicar…

Estaba lleno de niños que vivían por allí, muchos se acercaban a nosotros con curiosidad, por las bicis y demás, a veces nos pedían algunas galletas o cosas así

Lo peor de todo es que también vimos muchos vendiendo imanes, postales y demás que se te encoje un poco el corazón viendo a niños tan pequeños trabajando. Luego nos dijeron que por la mañana iban al colegio y luego ayudaban a sus padres vendiendo, pero a mi me parece que las niñas sobre todo, estaban allí todo el día, y lo del colegio…poco

Uno de los templos es muy conocido porque salió en una de las películas de Tomb Raider. Unos espectaculares árboles crecen sobre la piedra del templo, así que es bastante impresionante.

Este es el tipo de postales de Angkor…

Les hizo mucha gracia verse en la cámara,

Apenas dio tiempo a mas, se nos hizo de noche y aunque fue una auténtica paliza de día, mereció mucho la pena haberlo hecho como lo hicimos, Los templos de Angkor en bicicleta

2 de septiembre

Este día volvimos a Bangkok, destino final de nuestro viaje y en el que pasaríamos varios días, conociendo la ciudad y la zona, aún quedaba mucho por ver! El viaje desde Camboya se nos hizo algo pesado, por el cansancio, pero por fin al día siguiente veríamos algunas zonas de Bangkok y eso animaba a cualquiera 🙂

3 de septiembre

Día elegido para hacer una visita a las principales atracciones de Bangkok. Íbamos a visitar los templos más famosos de la ciudad y nada más salir del hotel ya intentaron timarnos. Nos dijeron que estaban cerrados los templos a esa hora, que podíamos coger un barco )costaba una pasta) y bla bla bla, casi no te das cuenta y ya te quieren meter en un tuc tuc sint u apenas abrir la boca, pasamos del tema porque no nos convencía nada de lo que nos decía. Luego recordé que había leído mil veces que era uno de los timos más frecuentes y que no hicieras caso si alguien te decía que estaba cerrado y bla bla bla, muy torpe por mi parte no darme cuenta antes pero bueno, no caímos en el rollo y era alucinante ver la cantidad de gente que intentó pararnos ocn el mismo truco y la cantidad de veces que vimos ocmo intentaban hacer lo mismo con otros turistas en fin, alguno caería y se iría a dar la vuelta por el río.

Voy poniendo fotos de lo que fue el día sin entrar en mucho detalle, los templos y demás son espectaculares y como siempre es dificil apreciarlos en una foto.

Gran Palacio Real y Wat Phra Kaew

Wat Suthat

Alejados de la ruta turística en este templo tuvimos la suerte de presenciar un ritual budista, la verdad es que los rezos llaman a la meditación, la paz, la calma…

Wat Pho. Templo del budha reclinado más grande de Tailandia

Variedades locales…

 

Un poquito de tuc-tucs

Por la tarde nos fuimos a la zona moderna, rascacielos, lujosos centros comerciales…todo un contraste con lo que habíamos visto hasta ahora…no hicimos muchas fotos pero bueno terminamos bastante tarde y cansados…

4 de septiembre

Decidimos hacer una excursion hasta Ayutthaya, antigua capital de Tailandia. A esas alturas ya teníamos dominado el transporte público en Bangkok (¿dominado? eso nunca puede dominarse jeje) el caso es que decidimos hacerlo en un tren de línea, la ciudad está a unos 80 kms de Bangkok y creo que tardamos casi 3 horas…el billete lo sacamos en tercera clase y costó algo asi como 30 céntimos, fue una odisea la verdad. Bastante gente, bastante calor…pero una buena forma para ver como se desplazan los tailandeses.

De vez en cuando subia gente en las paradas vendiendo refrescos, agua y toallitas refrescantes 🙂 seguro que vendian bastante-  La vuelta la hicimos en furgoneta, ya habiamos tenido suficiente experiencia local 🙂 Llegamos a Ayutthaya y la idea era alquilar unas bicis tal y como hicimos en Camboya pero llegamos bastante tarde, el calor era una burrada y tras regatear bastante y comer algo en un seven eleven nos subimos a un tuk tuk que nos llevó a los principales templos de la antigua ciudad.

Ayutthaya, antigua capital de Tailandia fue una de las ciudades más importantes de la época con más de 1 millón de habitantes. Se fundó en el año 1350 en el seno del reino de Siam. En el año 1767 Ayutthaya fue totalmente destruida por los ejércitos Birmanos que asolaron la zona y decapitaron la inmensa mayoría de estatuas para demostrar su poder.

Esta era de las épocas estatuas que conservaban la cabeza…impresionaba ver el resto

La famosa imagen…el árbol ha crecido alrededor de una de las cabezas que rodaban por el suelo, es una de las imágenes mas conocidas de Ayutthaya y de toda Tailandia

La visita es muy recomendable y además ya no había mucha gente por la tarde así que vimos todo bastante bien.

5 de septiembre

Visita a Kanchanaburi. Así por el nombre parece más una región que atacar con el juego Risk que una ciudad tailandesa, pero esta ciudad es famosa entre otras cosas por ser el lugar donde se encuentra el famoso puente sobre el rio Kwai, el de la película. Quise visitar el puente desde el momento que supe que era factible ir desde Bangkok, recuerdo la película desde que era pequeña y recuerdo cómo mi padre silbaba la melodía mejor que nadie así que no ir a Kanchanaburi, no era una opción.

Tras varias horas en un autobus de linea llegamos a Kanchanaburi de ahí nos dirigimos al museo de la guerra llamado JEATH por las siglas de los paises de procedencia de los prisioneros y de los japoneses que participaron en la construcción del ferrocarril (Japan, England, America, Australia, Thailand and Holland) Está linea era ocnocida como el ferrocarril de la muerte debido a las vidas que se perdieron en su construcción (Aproximadamente 180.000 trabajadores asiáticos y 60.000 prisioneros de guerra aliados trabajaron en el ferrocarril. De estos, aproximadamente 90.000 trabajadores asiáticos y 16.000 prisioneros de guerra murieron en directa relación por su participación en el proyecto.Wikipedia)

El museo es bastante básico pero recrea las condiciones en las que vivian los prisioneros y con el calor y la humedad puedes hacerte una idea del hacinamiento en el que vivían y las pésimas condiciones.

Muy cerca hay un templo budista. Los monjes son los encargados de mantener el museo

Pasamos también por el cementerio de la guerra, más de 7000 tumbas de prisioneros que impresiona a cualquiera.

Después de comer fuimos a ver el famoso puente y desde luego fue un bonito broche al día.

Intenté no silbar al cruzar el puente (se puede pasar andando porque hay pocos trenes al día), pero la verdad es que silbé un poquito, así bajito 😀 Cómo anécdota decir que en el puente quisieron hacerse una foto con nosotros un grupo de ¿tailandeses? fue gracioso 🙂 les debimos resultar curiosos 🙂

Estábamos un pcoo lejos de la estacion de autobuses, habiamos andado mucho durante el día así que comenzamos a andar con la esperanza de que alguien nos llevara y despues de andar un rato paramos esta especie de autobuses discotequeros que iban cargados de gente, niños de los colegios y demás y que nos llevó a la estación de autobuses directo 😀

Por la noche ya en Bangkok y como cada noche salimos a recorrer alguna zona de la ciudad.

6 de septiembre

Ultimo dia completo en Bangkok que aprovechamos para ver algunas zonas de la ciudad..

Templo de la montaña dorada Tiene unas vistas increibles de bangkok. Vas subiendo una montaña y arriba del todo está el templo (tiene un oscuro pasado pues fue utilizado como crematorio y como fosa común en el s. XVIII Se cree que pudieron enterrarse más de 30000 cuerpos en los muros)

Durante el ascenso a la montaña…

vista desde lo alto de la montaña…

Estas son las cosas que puedes encontrarte en cualquier parque en Bangkok

Decidimos alquilar una barca para navegar por los canales de Bangkok, los llamados Klongs, y ver cómo vive la gente de cara al río , fue una experiencia altamente recomendable

Gente pescando desde sus casas…

La gente bastante simpática al vernos…

Por la noche pasamos uno de esos momentos especiales que se dan de vez en cuando en los viajes. Era la última noche y con un balance de viaje mas que positivo estábamos dispuestos a relajarnos, y despedirnos de Bangkok, Tailandia y el sudeste asiatico como se merecía. Fuimos a tomar unas cervezas a un bar en Khao san, que tenía música en directo, un asiatico super super simpático que nos hizo pasar una de las mejores noches de todo el viaje. Cantó alguna canción en castellano que recuerde la de la camisa negra de Juanes, luego super conocidas como Volare, era super simpático cantando con nosotros, con un grupo de eslovenos  y animando a todo el mundo. Sin duda una buena despedida de Bangkok 😀

7 de septiembre

Dia de vuelta a España, habia llegado el final del viaje y sólo nos quedaba ver un poco de juventud otaku tailandesa 🙂

Habían pasado muchos dias desde que aterrizamos en Singapur y habíamos vsto muchas cosas, habiamos paseado por la moderna Kuala Lumpur, recorrido islas, buceado con tortugas, visto zonas rurales en Malasia, la selva, los templos de Angkor, uff había sido impresionante pero como siempre, nos habíamos quedado con ganas de más.¡¡¡Ufff qué viaje!!!!

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