Nueva Zelanda en autocaravana
Elena

Nueva Zelanda es el viaje más lejano que podemos realizar, son las antípodas geográficas de nuestra casa y podemos dar fe de que está lejos, muy lejos. Pero un país donde se habla inglés, se conduce por la izquierda y el rugby es el primer deporte nacional, no puede resultarnos tan extraño. Es imposible negar su gran influencia británica, sin embargo adquiere ciertos tintes exóticos al mezclarse con la cultura maorí, cada vez más en recuperación, lo que hace tener rasgos característicos y peculiares. Nosotros decidimos hacer Nueva Zelanda en autocaravana, y fue la mejor decisión que pudimos tomar.

Esta es nuestra experiencia personal de un viaje de tres semanas (y casi 5.000 kilómetros) recorriendo las dos islas en autocaravana, la mejor forma de descubrir el país, por la libertad que proporciona y el contacto con la naturaleza, que sin duda es el gran tesoro de Nueva Zelanda.

Nueva Zelanda en autocaravana

20-agosto-2011 Partimos hacia nueva Zelanda

Llegamos al aeropuerto de Madrid – Barajas con las ganas de empezar un viaje que llevábamos meses preparando. No nos preocupaban la cantidad de horas que nos quedaban de camino, en avión, pues formaban parte del viaje y nuestra aventura empezaba ahí mismo. Ese primer vuelo no era muy largo, unas 7 horas a Dubai y una escala de 10 horas que pasamos en un hotel cerca del aeropuerto que nos pagó la propia compañía, Emirates Airlines, incluía desayuno y un snack + bebida por la noche , desde luego un lujo de escala.

Vuelo en general tranquilo, pero llegamos a Dubai con algo de retraso. Desde el avión vemos la ciudad ya iluminada, los rascacielos y el Burj Dubai, impresionante, majestuoso. Al bajar del avión nos esperan los 40 graditos de Dubai y los -5 del autobus que nos deja en la terminal, que tenía el aire acondicionado en modo pingüino 🙂 Decidimos ir directamente a dormir al hotel, el día siguiente iba a ser duro y ya eran las 3 de la mañana.

21-22 agosto -2011 Seguimos de viaje a Nueva Zelanda

El día 21 pasó entre cambios horarios y horas de avión, el viaje otra vez tranquilo y no se nos hizo pesado, fueron 14 horas hasta Melbourne, parada técnica y otras 3 horitas a Auckland, pasamos el rato viendo películas, durmiendo a ratos, escuchando música, comiendo y bebiendo.

Por fin, el día 22 a las 2 de la tarde hora local, llegamos a nuestro destino, Auckland. El día era agradable, solecito y buena temperatura, habíamos tenido suerte. Pasamos todos los controles bastante rapidito, y recogimos nuestras mochilas. Nos esperaban de Kea campers, la compañía con la que contratamos la autocaravana, para llevarnos a sus instalaciones y entregarnos ya la autocaravana.

Nos llevaron unos 40 kms al Norte del aeropuerto, cerca de Takapuna, tuvimos suerte pues habíamos decidido quedarnos esa noche en el camping de Takapuna, así nos ahorrábamos el viaje nosotros, que además estabamos cansados. Tras hacer el papeleo y enseñarnos cómo funcionaba la autocaravana nos dieron las llaves de la que sería nuestra casa los próximos 21 días, ahora sí, comenzaba el viaje! Decidimos ir a un supermercado que estaba entre el camping y las instalaciones de kea, comprar algo de cena y las cosas básicas y descansar un rato en el camping.

Al llegar y descubrir las vistas que teníamos de la bahía desde la autocaravana nos quedamos alucinados, estábamos a pie de playa… decidimos abrir unas cervezas que habíamos comprado, poner música de un cd que habíamos grabado en España (y que en un alarde de originalidad había llamado «Nueva Zelanda 2011») y simplemente relajarnos observando el paisaje que teníamos delante. Íbamos a recorrer Nueva Zelanda en autocaravana, y eso era un sueño.

Y entre frases «de esto es vida» e «increíble», los beatles como telón de fondo, y una vueltecilla por el pueblo, pasamos nuestras primeras horas en Nueva Zelanda…

Nueva Zelanda en autocaravana

23 – agosto – 2011 Nuestro día en Auckland

El 23 amaneció un poco nublado, aunque no parecía que fuera a llover así que nos dimos por satisfechos, y emprendimos nuestra visita a Auckland, teníamos que coger un autobus que nos llevara hasta el ferry. Al llegar a la parada nos dimos cuenta de que teníamos mal la hora, y que estabamos con la hora de Australia, así que habíamos dormido 2 horas más de lo que creíamos, pueso eso que nos llevábamos, realmente la cama de la autocaravana era muy cómoda tal y como pudimos comprobar el resto del viaje 🙂

Las vistas del ferry hacia la ciudad de Auckland nos emocionaron, teníamos el famoso Skyline de la ciudad ante nuestros ojos.

Ya en la ciudad nos dirigimos a la Sky Tower, el edificio más alto del hemisferio Sur.

Las vistas son muy buenas de toda la ciudad. Desde la torre se puede hacer sky jumping, sky walk… Nosotros nos dedicamos a disfrutar del paisaje y del momento, tomándonos unas refrescos y disfrutando de la altura (unos más que otros jeje)

Continuamos nuestra ruta por la ciudad viendo el ayuntamiento, la universidad, teatros, museos, zona de marcha, zona de compras..la verdad es que la ciudad nos dio la impresión de ser muy agradable, muy activa…en cierto modo nos recordaba a Montreal y su ajetreo controlado 🙂 Gente amable que incluso nos preguntaba si necesitábamos ayuda cuando sacábamos un mapa. Sin darnos cuenta se nos hizo de noche y decidimos volver en ferry. Las vistas que nos ofreció la bahía ya de noche fueron impresionantes…

Al llegar a Takapuna nos compramos probablemente el mejor fish and chips que hayamos probado nunca y cenamos en nuestra autocaravana, otra vez con los beatles recordándonos lo especiales que eran los días que estábamos viviendo.

24 – agosto – 2011 Península de Coromandel

24 de agosto y llegó el momento de ponernos en ruta, recogemos las cosas de la autocaravana y «eh, una estrella de mar entre las rocas» que ilusión…

Decidimos ir a la península de Coromandel, el tráfico al salir de Auckland es intenso, pero poco a poco y según nos vamos alejando vamos encontrándonos con menos coches. De momento el paisaje que encontramos una vez que salimos de la autopista es de grandes prados con vacas pastando a sus anchas, además de numerosas granjas.

Llegando a la península de Coromandel nos sorprende el paisaje con increíbles bosques, llenos de helechos y que veríamos en otras etapas de nuestro viaje.

La primera parada la hicimos en la hot water beach. La peculiaridad de esta playa es que con marea baja emana agua caliente cerca de la orilla, así que con una pala puedes hacerte tu spa personalizado. Aunque el tiempo estaba siendo muy bueno no esperábamos que lo fuera tanto como para bañarnos,aún así fuimos. Por desgracia la marea no era del todo baja, así que no pudimos comprobar si salía agua caliente. De todos modos la playa mereció la visita

A continuación fuimos a ver la cathedral cove, preciosa cala que además es el escenario de la puerta de entrada a Narnia en» el principe caspian» Nos encontramos con algún animalito curioso en el camino

Es peligroso pasar por debajo de la cueva, así que había señales de peligro y la zona acordonada. El paso del tiempo va a seguir haciendo su trabajo, desgastando y puliendo la roca, así que mejor no pasar

Paramos a comer a los pies de una playa estupenda, con un agradable calorcito que nos hizo estar en manga corta, los pájaros revoloteando cerca de la autocaravana y Van Morrison comiendo con nosotros.

Seguimos nuestro camino rumbo a Rotorua donde queríamos dormir, pasando por la garganta de karangahake. Precioso espectáculo que nos hizo lanzar exclamaciones de sorpresa en más de una ocasión. Sin duda una de las mejores vistas que vimos en la isla Norte.

Y seguimos con la fauna local, esto nos lo encontramos en la carretera, la escena se repitió durante el viaje en más de una ocasión

Pasamos por Paeroa, localidad famosa por ser la cuna de la bebida mundialmente conocida en Nueva Zelanda, Lemon & Paeroa, refresco mítico neozelandés muy popular entre los chavales y que por supuesto probamos y tenemos que decir que está bastante bueno.

Se nos hizo de noche camino de Rotorua, y aprendimos la lección de llegar al destino antes del anochecer, pues además de estar ya bastante cansados te pierdes parte del paisaje.

Supimos que estábamos en Rotorua además de por los carteles por el olor característico a huevo podrido que tienen las zonas volcánicas, olor que ya habíamos experimentado en Islandia.

Esa noche dormimos cerca del Blue Lake, bastante cansados, pero contentos al saber que a la mañana siguiente veríamos de nuevo el barro hervir calentado por la misma tierra, como ya vimos dos años atrás, a 17.000 kms de distancia de allí

25 – agosto – 2011 Rotorua

Tras vaciar depósitos de la autocaravana por primera vez, con más gloria que pena por cierto, nos dispusimos a abandonar el camping que nos había dado cobijo la noche anterior, comprobando que habíamos dormido a escasos metros del blue lake

Por cierto en este camping sacamos la tarjeta top 10 que nos permitió disfrutar de descuentos en el ferry a la isla sur, excursiones, campings y que en poco tiempo habíamos amortizado, totalmente recomendable.

Rotorua es una zona volcánica, que tiene sus pozas de agua hirviendo, sus geyseres, sus maories y sus moteles, y que deducimos que debía estar a tope de turistas en verano. Existen un par de, digamos parques temáticos donde se encuentran algunos geyseres lagunas hirviendo y que puedes disfrutar por un precio un tanto elevado.

Decidimos descubrir la ciudad por libre, buscar las pozas más recónditas y por supuesto no pagar por ver ningín espectáculo, mucho menos si se provocaba la salida de un geyser echando detergente, en Islandia se cargaron uno por hacer eso.

El caso es que descubrimos un auténtico reducto maorí, en el que nos dimos cuenta, o eso nos pareció, de las diferencias raciales que aún existen en Nueva Zelanda, descubrimos una ciudad fascinante, lagunas hirviendo, un lago cautivador…mejor dejo las fotos, en este caso, mucho mejor que las palabras

Tras abandonar Rotorua nos dirigimos rumbo al Tongariro National Park.

En el camino pasamos por las cascadas Huka, lugar donde el río Waikato, el más largo de Nueva Zelanda, atraviesa una estrecha sima y se precipita desde 10 metros a una laguna

Llegamos a Taupo después de comer y fue en este punto donde vimos las primeras montañas nevadas que luego nos acompañarian en muchas fases de nuestro camino

El camino hasta el Tongariro National Park se convierte en un verdadero espectáculo, que nos hace parar en numerosas ocasiones para disfrutar de las vistas. Aquí el lago Taupo, el más grande del país.

Tuvimos la suerte de ver el Monte Ruapehu (el volcán más alto y activo de todo el parque) y el Ngauruhoe (el Monte del Destino en el Señor de los Anillos) totalmente despejados. No paramos a hacer fotos porque no queríamos llegar muy tarde al camping, y al día siguiente ibamos a ir al parque a verlos de cerca, craso error porque el Ngauruhoe al día siguiente estaba en parte cubierto. Así que el espectáculo que nos dio el monte más famoso de mordor sólo ha quedado grabado en nuestras retinas, una pena, de todos modos pondré las fotos que tenemos.

Esa noche dormimos en Hohakune tranquilo pueblo cercano al Tongariro National Park, con bastante «ambiente alpino» y en el que inauguramos lo que más tarde denominamos «noches de mojito y series».

Sí, porque como no nos lo montamos nada mal, decidimos que no hay nada mejor que estar en Nueva Zelanda y antes de dormir tomar unos mojitos viendo «How I meet your mother» así que cargamos en nuestro ordenador desde España un montón de capítulos, un cable para conectar el ordenador a la tv de la autocaravana y ahí nos plantamos, tomando mojitos en las mismas puertas de mordor

26 – agosto – 2011 Tongariro National Park

Nos despertamos temprano para poner rumbo al Tongariro National Park, a unos pocos kilómetros de donde habíamos pasado la noche. El día amaneció algo nublado y aunque no amenazaba lluvia nos dimos cuenta de que no sacaríamos las mejores fotos ese día. Nuestro objetivo era fotografiar el volcán Ruapehu y el Ngauruhoe pero sólo conseguimos, y con bastante suerte, tomar fotografías del primero totalmente despejado.

El Ruapehu es el volcán más activo del parque, hubo sacudidas volcánicas en 1969 y 1975, en 1988 expulsó rocas ardiendo, en 1995 y 1996 el volcán erupcionó arrojando roca volcánica y cubriendo toda la zona de nubes de ceniza y vapor. La última erupción fue en 2007, de forma totalmente inesperada, hiriendo a un excursionista. Pero el incidente más grave ocurrió en la nochebuena de 1953 cuando el nivel del agua del crater creció desmesuradamente, el dique se rompió y el río de barro volcánico fluyó montaña abajo llevándose por delante un puente ferroviario, justo antes de que pasara un tren por allí, provocando el descarrilamiento de éste y la muerte de 153 personas.

En el lugar han erigido un monumento conmemorativo, donde es fácil que se te encoja el corazón. (pongo una foto sacada de internet porque nosotros no hicimos)

El Ruapehu en todo su esplendor

Subimos a la estación de esquí, donde los locales acudieron en masa muy bien pertrechados

El Ngauruhoe tal vez sea el monte más conocido del parque, por ser como ya he dicho el Monte del Destino en el Señor de los Anillos, como no tenemos buenas fotos, pongo una que he encontrado en internet

Después de pasar la mañana en el Tongariro National Park pusimos rumbo a la capital, Wellington, conocida por las rachas de viento y la lluvia oblicua, respecto al viento, podemos dar fe.

En la ciudad obviamente no hay campings, pero tras informarnos con algunas guías descubrimos un espacio habilitado en el mismo centro (cerca del puerto) para que aparquen las autocaravanas, con toma eléctrica para enchufarlas y duchas y baños, justo lo que necesitabamos para conocer la marcha de Wellington por la noche sin necesidad de conducir.

El lugar era perfecto porque además a la mañana siguiente, bastante temprano, tomábamos el ferry que nos llevaría a la isla sur.

Tuvimos la suerte de llegar de día y visitar algunos rincones de la ciudad. Como El famoso funicular que data de 1902 y tiene unas bonitas vistas hacia la ciudad

Y otras zonas …

El Parlamento:

Esa noche salimos a cenar y tomar unas cervezas. Fue una noche para hacer balance de lo que había sido nuestro paso por la isla Norte y el tiempo que llevabamos en Nueva Zelanda, lo que sacamos en claro es que ese pedacito de tierra, se había ganado por derecho propio un hueco en la historia de nuestras vidas.

27 – agosto – 2011 Rumbo a la Isla Sur

El 27 de agosto a primera hora de la mañana partimos rumbo a la isla Sur en un Ferry de la compañía Interislander. Unas 4 horas de trayecto que hicimos en un soleado día y que nos permitió disfrutar de unas maravillosas vistas del estrecho de Cook.

Con sólo alejarnos unos minutos de Wellington divisamos la isla sur, con sus majestuosas montañas y sus picos nevados dándonos la bienvenida (en la primera fotografía se aprecia al fondo)

Entrando en la isla sur…el espectáculo sin duda era hipnótico

Una vez que llegamos a Picton, lugar de entrada a la isla sur, decidimos escoger el camino difícil hacia nuestro destino, el Abel Tasman National Park, y aunque la carretera discurría por el borde de acantilados, montañas escarpadas y en algunos momentos se volvía algo tediosa, sin duda mereció la pena. Ese día dormimos en Motueka, animado pueblecito muy cerca del Abel Tasman National Park. Tras el ajetreado día que habíamos tenido sin duda cenar fish and chips en compañía de Urge Overkill en nuestra autocaravana fue la mejor recompensa que pudimos haber tenido

28 – agosto – 2011 Abel Tasman National Park

El 28 de agosto tuvimos la suerte de poder visitar el Abel Tasman National Park en un espléndido día soleado. Este parque nacional tiene el privilegio de ser el más visitado en Nueva Zelanda. Es un parque costero lleno de simas y cuevas y unas vistas increíbles. Obviamente por mar era el único acceso posible. Decidimos hacer una ruta por la costa, y para ello utilizamos un taxi acuático que nos llevó hasta el extremo norte del parque para poder ver toda la costa y que más tarde paró a mitad de camino para que pudieramos hacer un trekking de unas 4 horas donde tomamos de nuevo el shuttle hasta nuestro destino.

Vimos muchas focas que vinieron a chapotear cerca del barco, sin duda estaban más que acostumbradas

Y comienza nuestra ruta enfre frondosos bosques en la línea de costa…

El cerebro va a mil registrando cada nuevo paisaje, árbol, ruido…

Bonito espectáculo el que nos brindó la marea cuando bajó…

Tras recoger nuestra autocaravana nos pusimos rumbo a Pohara Beach, para pasar allí la noche, de esa forma nos acercábamos al que sería nuestro destino el día siguiente: «Farewell Spit»

El camping en Pohara estaba a pie de playa, así que fue una buena oportunidad para ver el anochecer en un marco incomparable

En ese momento fuimos plenamente conscientes de que lo que habíamos vivido ese día, y todos los anteriores, estaba siendo toda una aventura…

29 – agosto – 2011 Farewell Spit

Iniciamos la marcha rumbo a Wharariki beach y Farewell Spit decir que probablemente esta haya sido la parte del viaje donde menos gente hemos encontrado y más animales domésticos hayamos visto. Sólo decir que el cambio es bastante bueno 🙂

Para llegar a la Wharariki Beach tuvimos que hacer un trekking por prados llenos de ovejas y sus corderitos y probablemente vivimos las escenas más tiernas de todo el viaje… os puedo asegurar que nos encantó

La playa es espectacular, tal vez de las más impresionantes que haya visto… no nos habíamos cruzado con nadie desde hacía muchos kms. y eso aún la hacía más especial

En el centro de la imagen se adivina la silueta de una foca, nuestra única compañera en aquel paraje

Nuestro destino aquella noche era Westport, y como no hay carreteras que vayan directas desde Farewell Spit tuvimos que volver atrás en nuestro camino hasta Motueka y rodear el Kahurangi National Park, el camino parecía bastante sencillo, atravesando al principio grandes llanuras entre imponentes bosques. Poco a poco la carretera fue ascendiendo y pasamos la Sierra de Charleston, puertos bastante complicados que unidos a una fina lluvia alargaron el viaje más de lo que pensábamos.

La parte más complicada fue la garganta de Buller, en uno de sus tramos hay que bordear la montaña sin apenas espacio para que pasen dos coches y con la carretera arañando espacio a la roca. No tengo fotos del momento porque había que ir muy concentrados.

En compensación fuimos testigos del bonito espectáculo que nos brindó la naturaleza, caudalosos ríos e imponentes montañas y bosques fueron pasando ante nuestros ojos. Una pena que del momento no haya demasiado material gráfico

Por suerte llegamos a Westport cuando aún era de día, así que hicimos una pequeña incursión a la colonia de focas de la bahía Tauranga, estuvimos bastante tiempo porque nos gustó mucho poder observar a las focas sin molestarlas y el enclave de la colonia era muy especial, un tanto apocalíptico, había bastante oleaje y se sentía la fuerza del mar.

Aquí las focas casi se confundían con las rocas y los troncos, bonito mimetismo…

Cuando anocheció llegamos al camping, situado a escasos metros de la playa, más tarde fuimos conscientes de que esa noche dormiriamos solos, éramos las únicas personas en todo el recinto.

30 – agosto – 2011 Camino al Franz Josef Glacier

El día amaneció algo nublado y temimos que lloviera la primera parte del día, que era cuando teníamos planeada alguna excursión. Tuvimos suerte y la lluvia nos respetó. Temprano pusimos rumbo al glaciar Franz Josef, lugar donde pasaríamos los siguientes dos días.

Cerca de Westport la carretera siguió siendo bastante sinuosa a pesar de ir pegados a la costa.

Nuestra primera parada en el camino fueron las famosas Pancake Rocks y los respiraderos, donde la piedra caliza fruto de formación de capas y erosión ha adquirido el aspecto de crêpes. El mar además se adentra en las grutas y ruge con fuerza.

El ruido que hacía el mar cuando entraba en las grutas era impresionante, en ese momento nos sentimos bastante pequeños…

Esta costa oeste del país es bastante bonita, con acantilados y rocas que se adentran en el mar.

Seguimos nuestro camino hacia los glaciares sin previsión de parar en ningún sitio, pero la verdad es que no pudimos evitar hacerlo en varias ocasiones para tomar instantáneas de diferentes lugares que íbamos encontrando a nuestro paso, el día siguió plomizo, pero ya no importaba, habíamos conseguido ver las pancake rocks sin lluvia, y era más de lo que habíamos esperado.

Y llegamos a Franz Josef, el pueblo no son más que unas cuantas casas algunas bares y numerosos negocios enfocados al turismo, rutas por los glaciares, vuelos en helicoptero, avionetas … pero para nosotros el final del día había llegado, así que tras echar una ojeada al pueblo y aprovisionarnos en el supermercado local, nos dispusimos a pasar una nueva noche de «mojitos y series» tal y como nos habíamos prometido imaginariamente en España, mojitos hechos con hielo del mismísimo glaciar.

31 – agosto – 2011 Glaciares y Lago Matheson

Tal vez la imagen que más me haya impresionado en mi vida, y que tengo grabada en la retina, fue ver un glaciar imponente ante mí tras llegar a la cima de una colina cercana, fue en Islandia y hablo del mayor glaciar de toda Europa y segundo del mundo. La imagen parece perseguirme cada vez que pienso en los momentos más especiales que he vivido.

Es por eso que el listón para el glaciar Franz Josef y el Fox estaba bastante alto. Aunque no nos pareció que llegaran a tener la gran majestuosidad del Vatnajökull islandés, no nos decepcionaron y podemos afirmar que un glaciar es uno de los espectaculos más maravillosos de los que podemos ser testigos.

Tras una caminata de una hora llegamos a los pies del glaciar Franz Josef. Una cuerda de seguridad nos impide acercarnos más. En 2009 murieron dos turistas por desprendimientos de hielo al estar demasiado cerca.

El enclave es maravilloso también, y más si estás prácticamente solo, como estábamos nosotros.

A continuación nos dirigimos al Glaciar Fox, una inmensa mole de hielo que no llega a apreciarse bien en las fotografías. Pero aún a bastante distancia te sientes muy pequeño a su lado.

Parte del día lo pasamos en el cercano lago Matheson, desde el que se consiguen unas bonitas imágenes del Monte Cook y del Monte Tasman. No tuvimos el cielo totalmente despejado así que las imágenes son menos espectaculares de lo que podrían haber sido, aún así mereció la pena el trekking

El camino por el que bordeamos el lago fue muy interesante, atravesando bosques frondosos

Volvimos a Franz Josef donde repetíamos nochef, 🙂 , y decidimos salir a tomar unas cervezas por el pueblo. Entramos a un bar restaurante con bastante ambiente (prácticamente el único con ambiente en el pueblo) con la intención de tomar unas pintas. Los lugareños y turistas estaban ya cenando, aunque debían ser las 6 de la tarde, demasiado pronto para nosotros, así que decidimos pedir un aperitivo. Tras examinar la carta y descartar las típicas patatas con salsa nos decidimos a pedir unas «potatoe skins» al estilo mexicano, con chili con carne.

Nos sonó raro lo de la piel de patata, lo llegamos a comentar, pero nuestro cerebro que se ve que estaba falto de hidratos de carbono, nos quiso hacer creer que no pasaba nada, que las pidieramos tranquilamente, total, serían como las patatas deluxe del mc donalds… ¡Já! una auténtica montañita de piel de patata, pelada y mondada 🙂 bien fritita, con su chili con carne, su mayonesita, que risa nos entró al verla ¿Sabéis que es lo peor? Que estaba buena y nos la comimos entera

01 – septiembre – 2011 Rumbo a Queenstown

Lo que en principio iba a ser un día de transición en la carretera acabó siendo uno de los días más divertidos y especiales de los que vivimos en Nueva Zelanda. Salimos temprano camino a Queenstown, la capital de los deportes de riesgo, sin más pretensiones que la de no llegar muy tarde al destino.

El tiempo era estupendo, igual que el paisaje, así que fueron muchas las ocasiones en las que paramos la autocaravana y nos dedicamos a disfrutar del paisaje

En la mayoría de los puentes que nos encontramos en Nueva Zelanda, y eran muchos, sólo cabía un coche, así que había que estar atento para ceder el paso si no tenias la preferencia. Suerte que al ser temporada baja apenas había tráfico

En el camino decidimos hacer el trekking de 1hora y 40 minutos que nos llevaría a la Monro beach, una playa donde en teoría podríamos ver una colonia de focas y osos marinos. El camino discurría por un fácil sendero entre bosques, aunque en ocasiones encontramos el camino lleno de agua y tuvimos que hacer alguna pirueta

El único animal salvaje que encontramos fue este, que no nos pareció que fuera un pingüino precisamente.

La playa era bonita, pero habíamos hecho el trekking para ver algún león marino o pingüino y no vimos nada, así que estuvimos poco tiempo

A continuación pasamos por el lago Wanaka, muy bonito con las montañas nevadas. La verdad es que en nuestro camino encontramos muchos lugares de postal

Lago Hawea

Señal típica en las curvas donde te indicaban la velocidad aconsejada…

Pasamos por el desfiladero de Haast, que después de nuestra experiencia con los puertos de montaña imaginábamos que sería complicado. Muy al contrario, además el paisaje en todo momento fue espectacular

Llegando a Queenstown, empezamos a subir una montaña y a ver como cada vez se acumulaba más nieve en el margen de la carretera. En pocos minutos estábamos cruzando la carretera de montaña más alta de Nueva Zelanda, casi sin darnos cuenta. Como era la hora de comer decidimos que no había mejor marco para hacerlo que aquella montaña en la que además brillaba el sol. Decir que corrimos por la nieve, nos rebozamos en ella, tomamos una cerveza, y pasamos uno de los mejores momentos de nuestro viaje.

Los aviones con destino Queenstown ya en aproximación pasaban por entre las montañas. Para los que nos gusta la fotografía aeronáutica y hemos pasado muchas horas en los aeropuertos a la caza de la foto perfecta es todo un espectáculo, lástima que el tráfico aéreo no sea intenso y apenas pudimos fotografiar un par de ellos.

Y llegamos a Queenstown, cuna de los deportes de riesgo y aventura. El ambiente en la ciudad es maravilloso, gente con sus tablas de snow, sus esquís…aún de día dimos una vuelta por el centro de la ciudad, que no es muy grande. Vimos multitud de tiendas de deporte, muchas de alquiler de material para la nieve, muchos pubs y restaurantes y todo ello en un bonito marco.

Por supuesto y aprovechando el ambiente en la ciudad esa noche fuimos a un pub a tomar unas pintas y mezclarnos un poco con la gente. Como dije el día estaba siendo muy especial y la noche lo fue aún más. Decidimos entrar en uno, y acertamos de pleno. Tenían música en directo, un chico y una chica con una guitarra y buenas voces que versionaron canciones que conocíamos (Jason Mraz entre otros) Nueva Zelanda organizaba el mundial de Rugby así que había un grupo de irlandeses en el bar que sin duda alegraron la noche, cantaban cada una de las canciones junto a los chicos del grupo y entre pintas y nachos ( no había piel de patata :P) acabamos cantando todos, nosotros con una sonrisa y sabiendo que aquel momento, se quedaría grabado a fuego en nuestra memoria, la noche que en un pub de Queenstown, a 17.000 kms de nuestra casa, reimos y cantamos junto a un grupo de irlandeses

02 – septiembre – 2011 Milford Sound, Here we go!

Por la mañana, no muy temprano :), partimos rumbo a Milford Sound, espectacular fiordo de aguas negras y picos escarpados. Tal vez la mejor vista de Nueva Zelanda. Te Anau es el pueblo que está antes de llegar al fiordo, aún a 120 kms. de éste y que suele servir de base para visitar el fiordo, en el camino hay que atravesar un puerto de montaña un tanto complicado.

Gracias a nuestra guía averiguamos que en el mismo fiordo hay un pequeño pueblo de 170 habitantes, la mayoría gente que trabaja en los barcos que hacen tours por el fiordo y en un par de alojamientos. Curisosamente uno de estos alojamientos tiene algunas parcelas para autocaravanas con electricidad, así que decidimos que ese día dormiriamos a los pies del mismo Milford Sound.

El camino desde Te Anau hasta el Milford Sound es espectacular también, y merece la pena tomárselo con calma

Estábamos en una de las regiones donde más días al año llueve en Nueva Zelanda, sin embargo, el dia estaba siendo espectacular

Seguíamos viendo algún animalillo…

Y llegamos a los mirror lakes, paseo entarimado que discurre entre hayedos y pantanos y que nos proporcionaron bonitas vistas de las montañas

Tuvieron el detalle de hacer el cartel al revés para que pudiera leerse en el lago directamente

A partir de este punto empezamos a subir el puerto de montaña, otra vez empezamos a ver nieve a nuestra altura, con la peculiaridad de que era época de avalanchas, el riesgo no era alto, así que la carretera estaba abierta, pero en determinados tramos, a veces de varios kms. no estaba permitido parar.

El paisaje, como no, espectacular

Pasamos por el estrecho tunel de homer, de 1200 metros labrado directamente en la roca. En verano es de un solo sentido y un semáforo regula el paso, pero en invierno con el riesgo de avalancha en la salida y entrada del tunel, es de doble sentido, por suerte íbamos solos en la carretera

Algunas fotos tuvimos que hacerlas con la autocaravana en marcha

Una de las paradas más bonitas que hicimos, ya llegando al Milford Sound, fue el Chasm Walk, trekking de 20 minutos que lleva hasta unas impresionantísimas cascadas que se precipitan entre curiosas rocas que forman una estrecha y profunda sima, simplemente increibles

De vuelta al aparcamiento tendríamos una grata sorpresa, nuestro segundo encuentro con los keas (el primero había sido unos kms. más atrás, pero habían sido un poco esquivos) estaban esperándonos en nuestra autocaravana, éramos los únicos que estábamos por allí y eso les animó a ver si podían encontrar algo de comida, son bastante gamberretes, nos seguían y se hubieran metido en la autocaravana si le shubiéramos dejado 🙂

En cuanto vieron la bolsa de la cámara en el suelo acudieron en busca de comida…(como veis el tamaño es bastante considerable)

Por fin llegamos al Milford Sound. Aquella fue una noche bastante especial, ver como se pone el sol en el fiordo, la sensación de aislamiento y ser de las pocas personas que esa noche dormiriamos allí, sin duda fue mágico.

03 – septiembre – 2011 Milford Sound

A las 9:45 apenas unas diez personas montamos en el barco de la compañía spicy juice que nos llevaría a recorrer el Milford Sound, el primero de la mañana. Realmente merece la pena salir temprano, antes de que lleguen las hordas de autobuses, suponemos que en verano más aún.

Tuvimos el fiordo para nosotros solos, sin otros barcos alrededor y fuimos testigos del despertar del milfourd Sound, con la niebla levantándose y el sol intentado escalar a través de los elevados riscos que rodean el fiordo.

Las focas aún dormían…

No todas…

En general la colonia iba despertando…

Podría poner decenas de fotos más, pero no harían honor a la belleza real del lugar.

Tras nuestro paseo por el Milford Sound nos dirigimos hacia Invercargill, una de las ciudades más extrañas que hayamos visto nunca. Por el camino aún encontramos lugares donde no nos quedó más remedio que parar y disfrutar del paisaje.

Puente colgante de Clifden, de los más largos de la isla sur y que data de 1899

En el mirador de la zona de descanso de McCracken tuvimos unas bonitas vistas de la bahía de Te Waewae. La fuerza del viento era impresionante, el mar enfurecido y los árboles medio acostados por el efecto del viento fueron nuestros compañeros de viaje durante muchos kilómetros, todo ello unido a la falta de civilización hicieron los paisajes totalmente apocalípticos

Pasamos por Riverton, bonita y tranquila localidad, con mucho encanto.

Finalmente llegamos a Invercargill, como he dicho antes una de las ciudades más extrañas que hayamos visto. Las interminables calles, sin un sólo árbol y la sensación de estar en un interminable polígono industrial nos dejaron boquiabiertos. Las fotos no reflejan la realidad…pero para que os hagáis una idea, pongo fotos de lo que era más o menos el centro.

Esta la he sacado de internet

Dormimos en un camping cercano haciendo repaso del día y concluyendo que definitivamente, había sido un gran día

04 – septiembre – 2011 Los Catlins

Iniciamos nuestra ruta camino a Dunedin y pasando por los maravillosos Catlins, región que combina campiña, bosques autóctonos y abruptas bahías.

En primer lugar nos dirigimos al faro de waipapa point pasando antes por el pecio del ino, parte del barco que se hundió en 1886 y que con marea baja es visible. Pudimos verlo aunque estaba un poco lejos

En el faro vimos nuestros primeros leones marinos. Una madre con su cria que descansaban al pie del faro y que nos encontramos un poco abruptamente al lado del camino hacia la playa

El faro data de 1884, tres años después del hundimiento del Tararua en la zona, con 131 personas fallecidas. Un cartel en el lugar recuerda la catástrofe, y se encoge el corazón al comprobar la fuerza del mar en aquel punto

A continuación nos dirigimos hacia el slope point, el punto más meridional de la isla sur. El último tramo estaba cerrado por ser época de la cría de ovejas, así que nos conformamos con estar a 20 minutos del punto más meridional de la isla sur 🙂

Un poco más adelante llegamos a la curio bay, donde pudimos ver un grupo de árboles fosilizados de la época del jurásico. Se aprecia bastante bien la madera

Muy cerca está la porpoise bay, en verano los delfines Héctor vienen aquí a parir, como era invierno, nos quedamos con las bonitas vistas de la playa y los acantilados cercanos.

A continuación fuimos hacia el nugget point, tal vez el lugar más impresionante que visitamos ese día. Se trata de un faro cuyos últimos 100 metros están rematados por acantilados con caidas al océano e impresionantes formaciones rocosas. Cabe destacar que estuvimos completamente solos en aquel paraje, mejor dejo algunas fotos

El final del día estaba cerca, así que llegamos a Dunedin bastante cansados, por primera vez fuimos conscientes de que el viaje daba sus últimos coletazos, así que con un poco de nostalgia porque el tiempo estaba pasando muy rápido y las ganas de disfrutar a tope los días que nos quedaban nos dormimos, no sin antes tomarnos nuestro habitual mojito, y escuchar lo que el viento tenía que decirnos…

05 – septiembre – 2011 Camino al Monte Cook

Por la mañana habíamos programado la visita a Dunedin y la cercana península de Otago. El día amaneció bastante soleado así que disfrutamos de buen tiempo durante toda la jornada.

Dunedin es una ciudad bastante bohemia, con multitud de cafes y restaurantes, con un agradable ambiente universitario que hacen de la ciudad más antigua del país un lugar con bastante encanto

Este edificio nos pareció muy neoyorkino

Dunedin desde la península de Otago

En la sandfly beach tuvimos un increíble contacto con leones marinos, que reposaban tranquilamente en la playa y que apenas se percataron de nuestra presencia

Pongo el vídeo que hicimos en la sandfly beach

Ya de camino al Monte Cook hacemos una parada en las pinturas rupestres maoríes de Maraewhenua, pinturas centenarias que ilustran escenas cotidianas de casa, desembarcos, etc.

La siguiente parada fue en las Elephant Rocks, extrañas rocas esculpidas por el viento, la lluvia y los ríos. Este fue el campamento de Aslan en las crónicas de Narnia.

Pasamos por algunos lagos y embalses con llamativos colores azules, producto de los sedimentos

Desde el lago Pukaki se obtienen unas increíbles vistas del Monte Cook, tuvimos suerte al verlo de día, y despejado

Dormimos a unos pocos kms. del Monte Cook, en un camping a la orilla del lago Pukaki, junto a multitud de conejos, rodeados de montañas y acompañados por poco más de quince personas, entre ellos una pareja de Castellón con la que compartimos cervezas, risas y cena.

06 – septiembre – 2011 Christchurch

Nos despertamos temprano con una agradable sorpresa, una preciosa criatura que vino a darnos los buenos días a las puertas de la autocaravana, es lo que tiene dormir en mitad del campo 🙂

A continuación dos dirigimos rumbo al Monte Cook, teníamos pensado hacer un trekking de hora y media hasta el monte Cook así que nos pusimos en marcha. Durante la caminata vimos algún que otro animalillo

Estando en un mirador al final del camino y completamente solos vimos una pequeña avalancha en un monte cercano, no os imaginais el estruendo de toneladas de nieve cayendo, como retumbaban la montaña…simplemente impresionante

La siguiente parada fue en el cercano glaciar de Tasmania. Nos gustó mucho, aunque arrastraba bastantes sedimentos afeándolo un poco. Aún así es espectacular, como el tiempo que tuvimos, en el momento de la fotografía yo estaba en manga corta

A los pies del glaciar hay un lago donde pueden verse icebergs,

Iniciamos nuestro camino a Christchurch, que utilizaríamos sólo como base para pasar la noche antes de dirigirnos a Kaikoura

En el camino paramos en el lago Tekapo , con su animado pueblecillo y donde se reflejan las montañas en sus azules aguas. Otra vez paisajes de postal.

Ya por la tarde llegamos a Christchurch, ciudad tremendamente afectada por el terremoto de febrero. Sabíamos que el centro estaba cortado por las obras de rehabilitación. Aún así nuestra idea era dormir en el camping que había cercano al centro y ver si podíamos tomar algo por la noche. Desde luego no nos esperábamos la devastación que vimos, aún había casas derruidas por todos lados, cascotes que nadie había limpiado…

Encontramos el camping donde queriamos pasar la noche, pero estaba totalmente abandonado y un cartel de peligro no pasar colgaba de la puerta de la recepción, a apenas unos metros la valla que cortaba el centro advertía también del peligro de acceder a la zona, hay ciertas situaciones en las que es dificil pronunciar una palabra… y este era uno de esos momentos.

Finalmente decidimos ir a otro camping un poco más a las afueras de la ciudad, que por suerte estaba abierto. Por la noche salimos a cenar por una calle cercana al centro abierta con unos cuantos restaurantes. Del centro salían haces de luz, la imagen era fantasmagórica, edificios abandonados, carteles de peligro no pasar, le daban un toque totalmente apocalíptico al conjunto. Por suerte íbamos a pasar un día al final del viaje en Christchurch, por lo que podríamos explorar la ciudad con más detenimiento.

07 – septiembre – 2011 Kaikoura

Kaikoura es una bonita península con una cantidad de fauna impresionante, tal y como comprobamos una y otra vez.

Esta colonia de focas estaba pegada al aparcamiento desde donde partía uno de los trekkings, fue simplemente increible…

Hicimos un trekking de varias horas en el que vimos la bella costa de kaikoura e impresionantes colonias de focas, leones marinos y albatros.

Sí, las manchas negras que se ven son leones marinos

A nuestra espalda las impresionantes montañas…

Tenemos decenas de fotos más de focas, leones marinos, a cada cual mejor que la anterior.

La verdad es que es muy bonito ver animales en su hábitat natural, totalmente libres, desde luego toda una experiencia.

Esa noche dormimos en kaikoura, al lado del centro del pueblecito. Por la noche fuimos a un pub a mezclarnos un poco con los lugareños acabamos cenando cremas de mariscos y mejillones de la zona, totalmente recomendable

08 – septiembre – 2011 Akaroa

Por la mañana, no con mucha prisa, nos dirigimos rumbo a Akaroa.

La península donde se encuentra Akaroa se formó a partir de dos erupciones volcánicas. Fue el primer asentamiento francés del país, y algunos descendientes de dichos colonos aún viven allí.

La ciudad tiene cierto toque de pueblecito francés, pero a veces un poco forzado, con tiendas con la banderita francesa y demás, aunque bastante acogedora.

Una foto del bonito camino hacia Akaroa

Tuvimos la suerte de tener unas vistas magnificas desde el camping, y tengo que confesar que nos echamos la única siestecita de todo el viaje, pero dormir con las puertas de la autocaravana abiertas, con esas vistas fue una oferta que no pudimos rechazar

Ahora sí, Akaroa:

Y así pasamos nuestro penúltimo día en Nueva Zelanda, tomando una cerveza con vistas a la playa…haciendo balance del viaje, y sabiendo que echariamos de menos todo lo que habíamos vivido en cuanto pusieramos un pie en el avión.

09 – septiembre – 2011 Christchurch

Christchurch fue la ciudad más afectada por el terremoto de 6,3º que afectó a la isla sur el pasado 22 de febrero. El epicentro tuvo lugar a tan solo 10 kms de la ciudad lo que causó 181 muertos y numerosos daños materiales. Nos sorprendió mucho el estado de la ciudad cuando llegamos, teniendo en cuenta que ya habían pasado varios meses, la mayoría de los edificios cercanos al centro estaban abandonados, y con peligro de derrumbe y el centro cortado en gran parte. Carteles y pegatinas a las puertas de cada edificio indicaban el peligro de acceso y la mayoría advertían de que no se pasara.

Quisimos examinar la ciudad y en la medida de lo posible seguir la ruta propuesta en nuestra guía. Tal vez fuera una de las experiencias más interesantes de nuestro viaje, la ciudad estaba parcialmente destruida y eso ya forma parte de su historia, de la que pudimos ser testigos. Quién sabe si volvemos en 30 años y entonces la ciudad ya estará reconstruida, y podremos ver como salieron adelante pese al trágico episodio. Los dirigentes han determinado que todo el centro será derribado, se construirá un gran parque y algunas casas bajas porque el terreno ya no es apto para edificios altos como los que había actualmente . Han estimado en entre 10 y 20 años el periodo de reconstrucción.

Dejo las fotos, que hablan por sí mismas.

Aquí empezaba la valla de seguridad para no pasar al centro

Un cartel anima a los ciudadanos, mientras el ejército controla el acceso a la zona

Bonito ejemplo de arte urbano

La inclinación del edificio más alto que se ve en la fotografía era brutal

Aquí el tiempo se paró, los bares aún siguen con sus sombrillas en la terraza y los toldos extendidos

una iglesia totalmente destruida…

En un bar afectado por el seísmo un polvoriento periódico nos recordaba el día exacto de la tragedia

Paseamos por el río cercano, Avon que atraviesa la ciudad, donde la actividad era normal, gente comiendo en la orilla y paseos por el parque, lo que nos dio una idea de lo apacible que debía ser la ciudad unos meses atrás

Las Torres del centro de arte han sido depositadas cuidadoseamente en el suelo ante el riesgo de derrumbe

En una calle vimos una muestra de arte urbano que pensé que podía ser de Bansky, lo que me hizo bastante ilusión, pero se trata de una campaña de la policía Neozelandesa para reclutar gente

En este punto entramos al Canterbury Museum que salvo alguna cornisa estaba en perfecto estado. La colección es interesante, se puede ver la fauna nacional, exposiciones maories, antárticas, asiáticas… La entrada es gratuita

Tras el agotador paseo nos fuimos a comer al camping.

Durante toda esta crónica no he hablado demasiado de la comida en nueva Zelanda, simplemente de algún fish and chips y poco más, pero la verdad es que mención aparte merecen sus carnes, baratas y de una calidad alucinante. El color, el sabor, lo tiernas que están… no he probado nada parecido así que no os extrañará que os diga que formó parte importante de nuestra dieta en Nueva Zelanda, para muestra un botón de nuestra comida en Christchurch aquel día

Como ya he comentado en el blog Nueva Zelanda es el organizador de la Copa del Mundo de Rugby. Los últimos días vimos bastantes autocaravanas con banderas de los países participantes. En un principio Christchurch iba a ser sede del grupo de Argentina e Inglaterra, pero su estadio está destruido así que los partidos se trasladaron a Dunedin.

El partido inaugural lo jugaban Nueva Zelanda contra Tonga en Auckland, nosotros queríamos ir a verlo con los locales y ver un poco cómo lo vive la gente. Averiguamos que iban a poner pantallas gigantes en Christchurch, en realidad toda una fan zone, en un gran parque cercano al centro. Así que allí fuimos. En el lugar había un par de pantallas gigantes, puestos de comida, de bebida y un gran ambiente ya desde primera hora de la tarde.

Había un grupo bastante numeroso de inmigrantes procedentes de Tonga que empezaron a dar color al ambiente con sus banderas. De forma espontánea un grupo de jóvenes de Tonga, unos 15, comenzaron a bailar la haka, si digo que se nos pusieron los pelos de punta, me quedo corta, increíble espectáculo tribal el que nos dieron.

Aquí unos niños (y no tan niños 🙂 ) que querían salir por la televisión, los de Tonga de rojo, los all blacks de negro, obviamente, y algún argentino despistado 🙂

Tras ver la ceremonia de inauguración y comer y beber algo empezó el partido. El momento más esperado por nosotros eran las hakas de los equipos, el baile inicial, porque de rugby…pues más bien poquito. Fue bastante emocionante, algunos bailaron la haka de los all blacks allí mismo… desde luego fue una buena experiencia.

El día había sido intenso, emocionante, desde luego que nadie se pierda Christchurch, el centro no puede visitarse, pero esto forma parte de su historia,y ahora también de la nuestra

10 /11 – septiembre – 2011 Rumbo a España

Tras varias semanas simplemente alucinantes pusimos rumbo a España. El viaje fue largo, pero estábamos tan cansados que perdimos la noción del tiempo.

Hemos disfrutado, hemos reido mucho, hemos visto paisajes increibles, y hemos conocido Nueva Zelanda y su gente, y por encima de todo, hemos escuchado esta canción, número uno en nueva Zelanda y por eso, sin duda, la canción del viaje :):):)

¡Salud y Aventuras!

9 Comentarios

  1. Hola,
    Me ha encantado vuestro blog sobre el viaje que hicísteis a Nueva Zelanda. Y todavía más sabiendo que en Diciembre me voy a recorrer la Isla Sur en autocaravana. Lo he leído de cabo a rabo y he disfrutado de las fotos…¡tengo ganas de que llegue Nochebuena!
    Nosotros disponemos de unos nueve o diez días para recorrer la Isla Sur, ya que los vuelos para llegar nos roban dos días (también paramos en Dubai). El itinerario que tenía pensado era similar al vuestro pero en el sentido contrario a las agujas del reloj: de Christchurch a Motueka pasando por Kaikoura, luego los glaciares, el Parque Arthur’s Pass, Akaroa, y terminar en Christchurch.
    ¿Os puedo preguntar algunas dudas?
    – No sé si nos llegarán los días para bajar hasta Queenstown e Invercargill, ¿me recomendáis hacer un esfuerzo (de kilómetros) para verlas?
    – He leído que a veces parábais en campings y otras no. ¿Existe algún problema para estacionar la caravana en un lago, por ejemplo?
    – ¿Cuánto costaba el enganche a la luz en las paradas con la caravana?
    – ¿Cuántos kilómetros consideráis normales o soportables en un trayecto? Sé que con el paisaje todo se hace más llevadero, pero ¿qué cantidad sería agotadora?
    Muchas gracias por plasmar en la web vuestra experiencia, hace que nos animemos a viajar y que nos resulte más fácil la planificación del viaje.
    Un saludo.
    Ana.

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    • Hola Ana María, qué suerte poder viajar a nueva Zelanda, ufff yo me iria ya mismo otra vez 🙂
      Invercargill y los catlins tampoco merecen el esfuerzo si no tienes muchos días. Lo que si que merece la pena es Queenstown y el Milford Sound, es más si no pudieras me pensaría mucho lo del Abel Tasman.

      Si quieres una sugerencia simplemente para que te lo pienses yo haría:

      Christchurch- Mt. Cook (Zona del lago Pukaki y demás)- Queenstownn- Milford Sound- Glaciares- (Motueka si teneis tiempo) si no Kaikoura- Akaroa y vuelta a Christchurch

      Bueno en cualquier caso si no os apetece pegaros mucha paliza de viaje yo creo que unos 400 kms al día es ya pesadito, las carreteras no son muy buenas.

      Nosotros siempre dormimos en campings, era invierno y nos venía bien para enchufar la calefacción (aunque llevabamos de gas, no era lo mismo) y recargar las cámaras y demás. El precio de los campings variaba bastante de temporada baja a alta así que no se si te servirá de referencia más o menos nos costaban unos 25 euros la noche.

      Para saber donde se puede acampar yo preguntaría en los i-sight hay por todos sitios, muchas zonas son privadas y mejor asegurarse de que se puede

      Bueno, cualquier cosa ya me dices

      Saludos,

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  2. Ya estaba enamorado de Nueva Zelanda, pero ahora, es demasiado en serio.
    Quería consultaros de cuanto fue el presupuesto total, entre alquilar la caravana,comida, los ferrys, etc.
    Muchísimas gracias por detallarlo, con esto me he decidido hacerlo en julio de 2013.
    Gracias.

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  3. me ha encantado, que envidia 🙂
    precioso vuestro viaje
    ayudaría un mapita con vuestro recorrido, si no, es dificil seguiros 😉

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    • Hecho, nunca es tarde 😀

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  4. Hola!
    Enhorabuena por vuestro relato, es de mucha ayuda. Nosotros estamos preparando un viaje también a Nueva Zelanda, tenemos poquitos días, 15, y queríamos consultaros a la gente que ya ha estado allí qué nos recomendais: de Auckland a Christchurch, solo isla norte, solo isla sur,… También cualquier consejo acerca de compañías de caravanas, cambio de dinero, etc.

    ¡Gracias!

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  5. Muy buen reportaje, y totalmente detallado. Magníficas fotos. Dan ganas de coger las maletas y plantarse en Nueva Zelanda. Son impresionantes sus paisajes, especialmente sus montañas, su fauna, sus hermosísimas playas e incluso el contraste de sus ciudades; desde las más importantes hasta las más remotas. Un país para conocer.

    ¡Gracias por compartirlo!

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  6. Buenas!
    Buscando información para mi viaje en septiembre-octubre del próximo año he topado con vuestro blog y me ha encantado.

    Tengo unas preguntas para vosotros : tema frío.
    Pasasteis mucho frío en la caravana por las noches? Realmente la calefacción os dejaba dormir bien calentitos?
    Vosotros fuisteis al final del invierno, yo llegaría a mediados de septiembre ya… será mas o menos la misma temperatura.
    Y durante el día que tal? He leído las temperaturas medias y parecen agradables, por así decirlo.
    Incluso en la zona de los glaciares dormisteis bien en la caravana?

    Muchas gracias!
    Raúl

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    • Hola Raúl, la verdad es que tuvimos un poco de todo en el viaje aunque creo que nos libramos bastante de la lluvia y la mayoría fueron días soleados. La caravana tenía un sistema de calefacción que iba con gas y a parte tenía un pequeño calefactor eléctrico. La calefacción funcionó sólo los primeros días no sabemos por qué y luego tuvimos que tirar del calefctor eléctrico que fue suficiente, no pasamos frio la verdad. Si no lo hubiéramos tenido si que habríamos pasado frío por la noche. Eso sí, al tirar de calentador eléctrico todos los días tuvimos que dormir en campings, enchufados a una toma de corriente.

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